Acumulas logros vacíos, trofeos de salón,
que no sirven de nada, ni para pedir perdón.
Te inunda siempre la torpeza, te falta siempre lo
importante,
no aprendes nunca y en tu cabeza, rondan vacíos los
instantes.
Lo simple nunca fue tu fuerte, sus ojos, tu debilidad
que el frio de las noches no sea porque dejastes de luchar