Sound of Silence

Sound of Silence

lunes, 9 de abril de 2012

El sonido de una danza




Corría el año 2009, allá por marzo, y había llegado a sus oídos el nuevo álbum de Loquillo, por aquel entonces llamado Balmoral. Por aquel año la conoció, y sin duda ese álbum es la viva imagen de aquella época. Guarda recuerdos de muchas de las canciones, por ejemplo intentando conciliar el sueño los sábados en los que la veía y casi no se atrevía a decirle nada, y mientras tanto en su cabeza, resonaban aquellas palabras del “loco” diciendo, “La vida es, de los que arriesgan, de los que muerden sin prejuicios la manzana… la vida es, de los que apuestan todo a doble o nada” y claro, mas de una de esas noches pensó, hay que arriesgarse… Pero sin duda la canción que más le recuerda esa época es “Hotel Palafox”. Cada vez que la oye se transporta al pasado como si en trance se hallara. Tiene un matiz musical de balada elegante, que hacen que se imagine a ambos participe de una historia de cine. La letra la verdad no es muy apropiada ya que en el estribillo habla de un amor ya extinto del que solo quedan cenizas… Pero la verdad, que donde realmente le ponía los pelos de punta, era con los cambios de ritmo de la canción que le hacían vibrar cada vez que la escuchaba. En esa parte donde canta el “loco”, “abajo en el pub, escucho tu risa con aroma francés, ¡¡y ya son las tres!!” la cual aparte de indicar esa elegancia de la que hablaba antes, con esa risa con aroma francés la cual no puede ser más propicia para el caso, y el ya son las tres que evoca a aquellas noches de medio insomnio, en las que por llamadas perdidas se acordaban el uno del otro, a altas horas de la noche. En el otro cambio de ritmo homologo a este, el cual dice “el botones ha subido licores en bandeja de plata, en dos vasos muy pequeños que servidos de manera sensata…” “uno es, por si la soledad me hace recordar, otro es, por si tengo temblores y hay que olvidar, ¡¡una vez más!! Sin duda esta estrofa avisaba de lo peligrosa que podría ser, de lo que podría pasar, de la fragilidad con la que se podía romper todo…